No habrá prenda que lo vista mejor que una mirada sutil y llena de admiración. Así como delicado es apasionado.
Es desgarradamente atractivo que al mezclarse con la ternura y delicadeza que despide, se convierte en un deleite para la mirada.
No habrá cosa más perfecta que el cuerpo humano, no habrá cosa más perfectamente hermosa que el cuerpo de la mujer.
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